¿De Qué Hablamos?
Cualquiera que haya trabajado con pintura en polvo sabe lo fácil que es lograr unos hermosos efectos fantasía: piezas de color blanco con manchas oscuras, amarillos que combinan “chispas” de extraños colores, rojos que tienen extrañas pelusas.
Por supuesto que a la mayoría de los fabricantes, aplicadores, o usuarios no les hace demasiada gracia estas “fantasías”…
Hablando un poco más en serio, la limpieza en instalaciones donde se manipula pintura en polvo es de vital importancia dado el carácter finamente particulado de la misma, lo que la convierte en altamente sensible a la contaminación.
Niveles de Limpieza en Pintura en Polvo
En general se habla de tres niveles de limpieza:
1º Nivel: Superficies sin limpiar (no tocadas): No hay ninguna operación de limpieza, gran cantidad de partículas de polvo, máxima contaminación.
2º Nivel: Superficies a las que se ha removido el exceso de polvo o restos de materias primas y luego limpiadas con aire comprimido o mediante aspiración.
Pese a que se remueve la mayor parte de polvo, las superficies aún conservan partículas minúsculas adheridas a ellas.
Las fuerzas aerodinámicas son insuficientes para superar las fuerzas de atracción de las partículas muy pequeñas a la superficie. Queda solo una pequeña parte del total del polvo existiendo contaminación moderada.
Esta situación es crítica con algunas pinturas, por ejemplo texturadas o gofradas.
3º Nivel: Superficie limpiada química o mecánicamente. Lavado con agua, solventes, cepillado, trapeo, etc. Solo permanecen las partículas incrustadas en las superficies. Máximo nivel de limpieza, no hay contaminación apreciable.
Es evidente que a mayor nivel de limpieza menor será el riesgo de contaminación.
Por supuesto que el precio a pagar es una mayor cantidad de tiempo e insumos dedicados a la limpieza, todo lo cual se traduce en costes.
¿Existe un punto de equilibrio?
La respuesta es Sí, siempre y cuando consideremos los factores predominantes en cada situación.
Fábrica de Pintura
Por ejemplo, en una fábrica de pintura en polvo debe existir un gradiente de limpieza creciente en relación al avance en el flujo del proceso de fabricación.
En pocas palabras: hay que aumentar el grado de limpieza a medida que se va pasando de la premezcla de las materias primas hacia la molienda de la pintura.
Probablemente sea suficiente un nivel 1 de limpieza para los recipientes que contienen los ingredientes de la formulación siempre y cuando el color de la pintura no difiera drásticamente, sin embargo en la zona de envasado del polvo solo es aceptable el nivel 3.
Asimismo y dependiendo del tipo y color de la pintura, es suficiente en algunos casos el nivel 2 de limpieza en el área de extrusión.
Taller de Aplicación
Con respecto a los aplicadores podemos diferenciar entre distintos equipos y situaciones:
– Equipo de aplicación.
– Cámara de aplicación.
– Área de trabajo.
Equipo de aplicación: La pistola o pistolas utilizadas como todos los demás elementos asociados por donde circula el polvo – mangueras, lecho fluidizado, placa porosa, etc. – deben encontrarse limpios.
Debido a que en general son de fácil acceso y es posible aplicar aire comprimido cerca de la superficies no son necesarias limpiezas más estrictas.
Por ejemplo, las mangueras si se encuentran en buenas condiciones alcanza con el flujo normal de aire y en todo caso se puede pasar aire a mayor velocidad que la normal.
En el caso del contenedor del lecho fluidizado, al desarmarlo es posible pasar un trapo para retirar el polvillo que queda sobre sus paredes.
En ningún caso conviene limpiar la placa porosa con solvente ya que se obstruirían los poros de la misma. Es mejor limpiarla con aire comprimido en el sentido natural de la circulación del mismo para no incrustar las partículas de pintura en los poros.
A las pistolas alcanza con desarmarlas y sopletearlas retirando el polvo residual. Si hay restos de pintura sinterizada en alguna zona de la boquilla conviene retirarla mecánicamente con sumo cuidado para no deteriorar las piezas del equipo, en especial el electrodo.
La cámara de aplicación: Para cambios de color no demasiado extremos es suficiente generalmente con “barrer” las paredes de la misma con algún elemento adecuado que retire la capa de pintura depositada sobre las mismas. A continuación se puede sopletear con aire comprimido mientras está encendida la circulación de aire.
Si los cambios de color son extremos, por ejemplo de blanco a negro, es conveniente pasar un trapo o paño para retirar la capa de polvo sobre la pared.
En cambios de color de gran similitud, por ejemplo de negro a marrón oscuro, y si la cámara no se encuentra sobrecargada de pintura, frecuentemente no es necesario limpiarla (nivel 1)
Hay cámaras de aplicación que permiten remover sus paneles para una limpieza adecuada fuera de línea. Otras están fabricadas o tienen recubrimientos sintéticos los cuales por presentar una superficie muy lisa y poco adherente, se limpian conveniente y fácilmente con aire comprimido.
Área de Trabajo: La pulcritud de esta zona se reflejará en el trabajo final y es muy fácil conocer a una aplicador “cuidadoso” de uno que no lo es observando el trabajo producido.
Además de una buena limpieza de la zona de trabajo (es suficiente el Nivel 2), es importante mantener despejada este área ya que hay factores imprevistos que pueden contaminar las piezas pintadas como corrientes de aire, roces con paredes, cortinas, etc.
Procedimiento de Limpieza
Es conveniente que la secuencia de limpieza siga el camino que efectua la pintura durante el proceso de pintado.
Esto es, comenzar en el lecho fluido, seguir por la bomba de polvo, mangueras, pistolas y terminar en la cabina de pintado.
Luego que la cabina se encuentre adecuadamente limpia, prosiga con el sistema de recuperación de pintura.
Si se trata de un sistema con ciclones, deje correr bastante aire y si es posible utilice pellets de algún material plástico para arrastrar las acumulaciones de polvo en las zonas de bajo flujo.
Remueva todas las partes móviles, especialmente los colectores de polvo.
Si es un sistema de cartuchos, desarme y cambie o limpie el banco de cartuchos y piezas accesorias, pase un trapo por las zonas del área de cartuchos que sean de fácil acceso.
Recuerde que uno de los factores más importantes para lograr un bajo nivel de contaminación es realizar una limpieza concienzuda que se ajuste a las necesidades reales del proceso.
Y que para lograr esto es fundamental disponer de personal entrenado, capacitado y con experiencia que permita cambios de color rápidos y eficaces.
Seguridad y Medio Ambiente
Es importante recordar que deben respetarse las normas de seguridad y las buenas prácticas de trabajo.
Para ello se tendrá en cuenta lo siguiente:
Higiene Personal
Nunca debe utilizarse aire comprimido para la limpieza de ropas, manos, cara y otras partes del cuerpo.
El sopleteado es extremadamente peligroso para la integridad física del personal operativo además de facilitar el ingreso de productos tóxicos al organismo.
El personal que trabaja en contacto con materias primas y pintura en polvo debe vestir ropa de trabajo que cubra la totalidad de brazos y piernas.
Además deberá llevar zapatos de seguridad, guantes y máscara o media-máscara con un filtro adecuado para la granulometría de la pintura en polvo.
Si se trabaja con solventes u otros productos volátiles debe llevarse guantes resistentes a ellos y un filtro de carbón activado para evitar la inhalación de los vapores.
Medio Ambiente
La pintura en polvo sin polimerizar incluye en su composición productos perjudiciales para el medio ambiente.
Por ello los residuos derivados de su fabricación y uso deben tratarse como residuos peligrosos y disponerse como tales.
Las buenas prácticas de trabajo en la fabricación incluyen el mayor aprovechamiento de las materias primas evitando derrames, errores de producción y equipos mal regulados y con falta de mantenimiento.
También es necesario priorizar la reutilización de lotes defectuosos y los finos de mangas mediante su incorporación a la premezcla en los nuevos lotes (más información)
En las plantas de aplicación de pintura en polvo deben evitarse los derrames de la pintura durante su manipulación.
De la misma forma es necesario la buena regulación de los equipos de aplicación para evitar el exceso de polvo en la cabina de pintado.
En cualquier caso debe priorizarse la remoción de los restos pulverulentos mediante acción mecánica (arrastre, barrido, etc.) minimizando la suspensión de polvo en el aire.
Posteriormente se procede a la aspiración, sopleteado o lavado de las superficies.
El uso de la aspiración es desable. Especialmente si se dispone de sistema de aspiración central o conectada a la extracción de los equipos.
Si se utilizan aspiradores autónomos deben utilizarse filtros adecuados a la granulometría del polvo.
El lavado de las superficies debe realizarse en casos especiales – por ejemplo, cambios de color importantes luego de grandes producciones – y los efluentes tratarse adecuadamente.
No dude en contactar con nosotros si tiene dudas o consultas.