La pintura en polvo metalizada tiene un amplio uso en metalistería decorativa y es sin duda, una de las grandes razones por las que se eligen este tipo de recubrimiento.
Con infinitas posibilidades si se saben formular, los recubrimientos en polvo metalizados permiten desarrollar toda una gama de texturas y brillos muy interesantes.
Si embargo también son fuente de problemas para el aplicador debido a su principal característica: contienen pigmentos metálicos en su formulación.
A continuación vemos tres formas de obtener pintura en polvo metalizada, los problemas más comunes que ocurren durante la aplicación y como resolverlos.
Metalizados por Extrusión
Los intentos iniciales de los fabricantes consistían en mezclar el pigmento metálico con el resto de los ingredientes durante la fabricación de la pintura.
Es decir antes de la extrusión.
El resultado final era un recubrimiento agrisado y opaco que no conformaba a nadie.
Simplemente el pigmento metálico actuaba como un pigmento más, sin aportar sus características metálicas.
Metalizados por Mezcla
En una etapa posterior se comenzó a mezclar el metal con la pintura en polvo ya fabricada.
Este procedimiento – que se sigue aplicando hoy en día – brinda un aspecto correcto y es utilizado por muchas fábricas de pintura alrededor del mundo.
Pese a ello la mezcla de las partículas metálicas con el polvo genera varios inconvenientes:
- – El metal en polvo (generalmente aluminio o bronce) en mezcla con el aire y en concentraciones relativamente elevadas es explosivo.
- – Las partículas de metal tienen tendencia a acumularse en la boquilla de la pistola y en el momento en que «se sueltan» producen marcas en la pieza.
- – Las partículas metálicas durante la aplicación de la pintura en polvo tienden a concentrarse en los bordes de la pieza produciendo un efecto «de marco»
- – De la misma forma es difícil de cubrir con el metal las zonas críticas como los ángulos por el efecto de Jaula de Faraday.
- – Debido a la diferencia en las densidades de los pigmentos metálicos y la pintura en polvo, cuando se recicla la misma se produce una separación entre ambos componentes. Esto produce diferencias de color durante el uso de los reciclados.
El Sistema Bonding
Un paso más allá en la calidad de los metalizados obtenidos es utilizar pintura en polvo metalizada mediante el sistema bonding (bonded powder coating)
El sistema bondig consiste en anclar las partículas de metal a las partículas de polvo. De esta forma no hay separación entre ambos componentes y la probabilidad de que las partículas metálicas se depositen en un área determinada de la pieza es igual para toda la superficie.
Para producir este tipo de pinturas se utilizan equipos que mediante el aumento controlado de la temperatura de la pintura en polvo y la fricción con las partículas metálicas consiguen anclar estas a la pintura.
Las ventajas de utilizar pintura en polvo metalizada con el sistema bonding son varias:
- – No existen riesgos de concentraciones elevadas de metal.
- – El reciclado es semejante a las pinturas comunes ya que no hay segregación de los componentes.
- – No se producen bloqueos en el equipo de aplicación.
- – Se reduce drásticamente el efecto “de marco” y los problemas de Jaula de Faraday.
Como contrapartida la pintura en polvo metalizada por el sistema bonding tiene un precio mayor que la obtenida por mezcla.
Debido a ello – y a que no siempre es necesario una terminación homogénea y reproducible – sigue existiendo un amplio catálogo de metalizados obtenidos por mezcla.
A continuación vemos los problemas a los que suelen enfrentarse los aplicadores con la pintura en polvo metalizada.
Problemas Más Comunes
Pueden ocurrir solos o combinados pero se caracterizan por complicar los procesos de pintado.
Separación de los pigmentos de la matriz de la pintura.
Este problema es típico de las altas concentraciones de pigmento.
Se manifiesta – luego de curada la pintura – como una rugosidad sobre la superficie de la misma.
Si se pasa un paño o el dedo es posible quitarla ya que se trata de pigmento metálico suelto.
Por supuesto que esta terminación es inaceptable ya que la pintura con este problema manch. Con el tiempo además, va perdiendo rápidamente su terminacion metálica debido al rozamiento.
La Causa: Conexión a tierra defectuosa de la pieza a pintar.
Solución: Verifique que los ganchos donde cuelga las piezas estén limpios, en especial los puntos de contacto.
Mida la resistencia eléctrica entre la pieza y la tierra.
Asegúrese que sea lo más cercana a cero posible. Recuerde que de esta manera incrementa la eficiencia de la transferencia de polvo.
Acumulaciones de Pigmento
Las acumulaciones presentan el aspecto de concentraciones del metal sobre la pieza pintada.
La Causa: Se trata de aglomeraciones de polvo formadas en alguna parte del camino de la pintura las cuales se sueltan en algún momento y son proyectadas hacia las piezas disgregándose en el proceso.
Solución: Una baja velocidad del aire de arrastre tiende a aumentar el problema. Le recomendamos aumentar el flujo del mismo y limpiar las piezas cercanas al electrodo periódicamente (boquilla, deflectores, etc.)
Variabilidad en el Color Obtenido (mismo lote de producción)
Las variabilidades en el color se presentan como áreas en las piezas pintadas donde el patrón es marcadamente diferente al resto de la pieza. Son más evidentes en piezas con grandes superficies lisas (paneles, láminas, etc.)
La Causa: Son atribuibles a diversos factores siendo los más comunes los siguientes:
→ Flujo alto de polvo: Otra vez aquí la causa es la imposibilidad de que el equipo cargue convenientemente la pintura.
Solución: Disminuya el flujo de pintura.
→ Distancia de aplicación: Si esta distancia es excesiva llegan más partículas metálicas a la pieza por lo cual el aspecto final es más «metalizado» que el esperado. Además si la distancia sufre variaciones durante el pintado quedará con aspecto de manchado.
Solución: Ensaye la distancia adecuada y luego trate de no alterarla.
→ Voltaje de aplicación inadecuado: En cualquiera de los casos, ya se trate de un exceso o falta de voltaje el color no quedrá como se espera.
Solución: Si queda «muy metalizado» pruebe bajar el voltaje. Si por el contrario tiene pocas partículas metálicas, increméntelo.
Diferentes equipos y parámetros de aplicación tienen influencia sobre la disposición de los pigmentos metálicos en el polvo, y por ello en el resultado final. Si quiere obtener resultados similares utilice siempre el mismo equipo y sobretodo, las mismas condiciones de aplicacción.
Recomendación Extra
En las pinturas en polvo metalizadas es más probable que se aprecien diferencias en el aspecto entre diferentes lotes de pintura.
Para cada trabajo que deba realizar asegúrese de utilizar pintura de un mismo lote de fabricación. De esta forma elimina un problema añadido.
Estos son algunos lineamientos que como aplicador puede usar para intentar resolver su problema.
Si pese a utilizarlos no puede conseguir un trabajo satisfactorio deberá recurrir al fabricante de la pintura. Él conoce los ingredientes de la misma y por ello brindarle una solución específica para el problema.
En cualquier caso – por rapidez y autosuficiencia – pruebe con lo recomendado más arriba.